Esto, la hace caer en desgracia y a través de su secretario Jerónimo Artero ( Manuel de Elias ) la hace desaparecer, no sin antes ser torturada por Madame Marlene ( Bárbara de Lema ). Estas secuencias fueron rodadas en la Mansión Montemolar de Altea, plató inprescindible para la consecución de algunas secuencias de la película. El mágnifico maquillaje es obra de Ana Belén Pérez Villalbar asistida por Elena Torres. Los peinados son de Raquel Martinez. Los coches de época utilizados pertenecen a la colección privada de Manuel Ferrando y Antonio Sola.